Órgano de Opacidad Superior :OPS

Cruda Realidad

Por Luis Villegas

La opacidad en Nayarit es cosa ancestral, porqué lo digo,  porque el Auditor General del Órgano de Fiscalización, Salvador Iñiguez,  es la mejor muestra e ellos; pareciera que el obtener información de la que ellos auditan, es sólo de ellos y se entrega de manera discrecional.

Y aunque la documentación oficial de las auditorias y de las observaciones está en la página web. Nadie  en la dependencia sabe dar información sobre los procesos de quienes desviaron recursos y que están por entrar a demanda penal, ocultando y protegiendo desde siempre, a los que ya están observados como responsables.

Lo lamentable es que el auditor general ha sido validado por el congreso local y por el  líder de la cámara, lo que deja mal parado al diputado Armando García, quién le confió  el realizar las auditorias de  de recursos públicos  de manera transparente.

Y porque digo todo esto,  porque siempre y en entrevista el funcionario se niega a dar información, y cada que le cuestionan sobre denuncias a ex funcionarios, dice que el área jurídicaes quien tiene la indagación, y al solicitarle al  ex titular jurídico, Raúl Rosales,   - resultados sobre la averiguación-precisa continuamente que él no puede dar datos sobre denuncias y a quienes se les han interpuesto.

Es decir cada que vez que algún periodista realiza este ejercicio, pasarse la bolita de la información  es el mole de este par de opacos funcionarios.

Lo que resulta lamentable es que Raúl Rosales, quien tiene algunos años en esa dependencia,  se ha negado a dar información sobre los procesos de demandas, pretextando que él no puede dar datos de dichas denuncias, y que quien debe hacerlo es su jefe, Salvador Iñiguez.

Así es que, en los dos periodos  ha ocultado información, o por lo menos se ha negado a dar datos, que por obligación debe dar a conocer.

En el caso de Salvador Iñiguez, se trata de un regalo de un encargo a  viejos políticos, los ricos de Nayarit que por años han mantenido al estado en confusión y se burlan con soberbia de la ciudadanía al permitir que los delincuentes de guante blanco, sigan en la política local.

Lo que,  no han entendido estos dinosaurios de la política, es que la sociedad exige que haya transparencia, que no se oculte ni se niegue información, la cual,  insisto en su obligación de servidores públicos se debe dar a conocer.

El OFS en Nayarit es tan opaco, que jamás ha emitido un solo boletín de las actividades que realiza en su página oficial, ni siquiera del programa anual de auditorías está noticiado, lo que no hace juego con las declaraciones del gobernador Roberto Sandoval, quien ha precisado que no debe haber opacidad en Nayarit y ha dejado claro, estar en contra de este tipo de acciones.

Con esto queda claro; que lo que menos le  importa al auditor general,   es lo que los ciudadanos digan, sino proteger a quienes han sido funcionarios y han incurrido en observaciones, que por sentirse apadrinados o por estarlo, nunca resarcen  nada de lo observado, incluido recurso publico en muchos de los casos.